Testimonios

Nohelia Franco Rincón

Comidas Qué Ricura y compraventa de madera

Nohelia Franco Rincón

A los 38 años, Nohelia es una microempresaria reconocida del municipio del Bagre, Antioquia, pues hace de todo. Ella, junto a su pareja, cuentan con la unidad productiva Comidas Qué Ricura, además de tener una compraventa de madera.

Nohelia nació en Sucre, Santander y vivió desde que tenía 2 años en la vereda Guamucó del municipio Santa Rosa del Sur de Bolívar. Allá conoció a su actual pareja y en el 2011 por motivos de trabajo él se tuvo que ir a vivir a El Bagre, y Nohelia se fue con él por amor. Tiene 5 hijos de 23, 22, 18 ,11 y 5 años respectivamente y como ella manifiesta, “lo más lindo de ser madre es tener el amor de los hijos, es lo mejor que una madre puede tener, es el amor incondicional de ellos”.

Siempre ha sido una mujer muy trabajadora, emprendedora y echada para adelante que ha pensado siempre en su familia y en compartir tiempo con ellos. Nohelia, un día pensando en el bienestar de sus hijos y buscando pasar más tiempo con ellos, decidió tener una vida más estable y e irse vivir a la cabecera del pueblo para buscar trabajo. Sin embargo, no sabía bien qué ponerse a hacer, si trabajar en minería o en qué. Pero la minería no les dejaba tener lo que querían por los horarios de trabajo. Además, como manifiesta “El Bagre siempre ha sido zona minera y nosotros trabajábamos en eso toda la vida, pero en la zona rural. Igual eso siempre ha tenido sus problemas. La mala construcción de las minas trae infinidad de riesgos físicos y químicos”.

Al principio, para ella y para su familia acostumbrarse a ese nuevo estilo de vida en el pueblo fue muy duro. Ella no sabía cómo vivir allí porque lo único que conocía era el campo. Pero un día, un profesor le dio clases de comidas rápidas, heladería y otras cosas de cocina. Con eso, fue cogiendo más confianza y decidió empezar a vender jugos, empanadas, panzerottis, papas rellenas y otras tantas cosas para conseguir algo de plata.

Después de llegar a la cabecera municipal de El Bagre, tuvo una época de vacas flacas, como dicen por ahí, y fue entonces cuando solicitó un crédito para invertir en un negocio de comidas e iniciar con la compraventa de madera, pero no sabía cómo funcionaba eso del crédito, de los intereses o de las tasas. Fue cuando una amiga suya, que ya había tenido crédito, le recomendó a Microempresas de Colombia, y en 2014, Nohelia se asoció a la Cooperativa y obtuvo su primer crédito de un millón y medio a través de la asesora de la oficina de Zaragoza que visitaba este municipio. A la fecha, Nohelia ha tenido cinco créditos con Microempresas que suman 20 millones de pesos. Los últimos dos han sido para comprar materia prima para el negocio de comidas Qué Ricura y compra de madera. “Ahora como está la situación económica no se puede dejar de moverse con varios tipos de negocio, uno no se puede quedar quieto, entre más entradas de dinero uno tenga mucho mejor. Tenemos un poquito de todo, comidas, madera, minería y cría de pollos” manifiesta Nohelia.

La cantidad de asociados de esta zona (El Bagre) ha crecido desde el 2015, fecha en la cual la Cooperativa llegó a este municipio por primera vez, que Microempresas de Colombia vio la necesidad de inaugurar un corresponsal bancario para facilitarle a los asociados los desembolsos y el pago de sus obligaciones en el local comercial Supermercado Sayco. Un año después para se inauguró un punto de atención en un local comercial muy reconocido del municipio y, finalmente, en agosto de 2018, en conjunto con la Iniciativa de Finanzas Rurales de USAID, se inauguró la oficina.

Nohelia en sus 4 años como asociada ha logrado beneficiarse con todas las capacitaciones que Microempresas de Colombia ha hecho en este municipio, tales como: educación financiera, costos y presupuestos, habilidades personales y empresariales, entre otros. Además, gracias a los créditos obtenidos con Microempresas de Colombia, Nohelia y su esposo les han dado calidad de vida a sus hijos y han cumplido con su objetivo de tener más tiempo con ellos. Los últimos dos créditos lo han solicitado en la nueva oficina en la que asegura que es mucho más cómodo y todos los servicios están en el mismo lugar para asesorías.

“Siempre lo que Dios te da nadie te lo pueda quitar, ser buena persona ayuda a que uno crezca más porque le va bien” dice la asociada bagreña.