Testimonios

Kelly Johana Monterrosa de Agua

“Hoy sólo veo oportunidades y progreso”

Kelly Johana Monterrosa de Agua

A principios del 2017, Kelly Johana Monterrosa de Agua, su esposo y sus tres hijos estaban pasando por una situación económica crítica, en donde hacían un esfuerzo inusual para conseguir su sustento diario, sin que les alcanzará para algo más. La intensiva presión llevó a Kelly a emprender su idea de negocio y fue allí cuando -atendiendo el voz a voz positivo de la gente de su pueblo- recurrió a la oficina de Microempresas de Colombia en Montelíbano, Córdoba.

Con un crédito por un millón de pesos comenzó con pollos de engorde y gallinas ponedoras. Luego de ver cómo su negocio iba prosperando, solicitó un segundo préstamo por tres millones de pesos y los invirtió en cerdos y una hectárea de cultivo de patilla. Fue tanto el éxito alcanzado con la cosecha de la fruta que renovó su crédito por 15 millones de pesos y amplió su cultivo de patilla a cuatro hectáreas. Ahora sólo se enfoca en este último.

Oriunda de Planeta Rica, Córdoba, Kelly vio en Montelíbano más oportunidades de trabajo. Siempre se había dedicado a las labores de finca como empleada, pero decidió liderar su propia parcela. Hoy cultiva en terrenos arrendados y la elección del cultivo de patilla se debió a que indagó los pormenores de la comercialización de este fruto en la región.

Kelly asegura que gracias a la oportunidad de progreso que recibió por parte de la cooperativa, ha podido salir adelante y sus preocupaciones por dinero quedaron atrás. “Hoy sólo veo oportunidades y progreso. Mis hijos, por ejemplo, dejaron de asistir a la escuela rural para estudiar en el colegio municipal de Montelíbano”.

Sin titubeos, la vida de Kelly –a sus 32 años– y su familia ha dado un vuelco total. Los 18 millones de pesos obtenidos por medio de créditos le permitieron germinar su idea y expandirse; ahora ha podido ahorrar y en lo único que piensa es en conseguir su vivienda propia. “Quiero con mis ahorros comprar mi casa o una tierrita que me permita vivir ahí con mi familia, porque gracias a Dios ya puedo soñar con esa realidad. Yo he encontrado en Microempresas de Colombia una excelente ayuda, que ni yo ni mi familia la teníamos; mi situación económica antes de conocerlos era muy difícil y gracias a Dios ha mejorado muchísimo”.