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Microempresas de Colombia
– Empresarios de Verdad.
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Con esta idea rondando en su mente, Jenny Lozano decidió salir de su zona de “comodidad” y emprender su propio negocio de la mano de su compañero de vida, Édgar Montoya, con quien vive en Caucasia, Antioquia.
Jenny, si bien ejercía su oficio como técnica auxiliar de enfermería, se decepcionó por el entorno laboral. “La salud en Colombia es un oficio muy mal pago, con cargas de estrés y tiempos muy pesados; esa mala compensación me llevó a buscar la oportunidad de emprender”.
En la búsqueda de materializar su sueño, Jenny llegó a Microempresas de Colombia en 2015, de inmediato se asoció y solicitó un primer crédito por tres millones de pesos, que le sirvió para materializar “Celulares don Pichi”, negocio en el que comercializa accesorios y dispositivos móviles de alta y baja gama. Entre risas, confiesa que el nombre de su emprendimiento es el seudónimo de su esposo, quien es muy reconocido en Caucasia. «Queríamos un nombre sonoro, que generara recordación y eso pasaba con “Pichi”. A mi esposo no lo conocen por su nombre, sino por su apodo».
Édgar, venía de trabajar con los almacenes de árabes de Tierra Santa y tenía ya experiencia en el área comercial, así que su recordación y conocimientos se hicieron claves para forjar el éxito de su local, que paulatinamente ha venido creciendo. Ahora, Celulares don Pichi es un referente en servicio técnico y reparación de equipos móviles e incluso es un punto de Baloto, gracias a que superó todo los procesos exigidos para poder albergar este servicio.
“Tengo que reconocer que en todo el proceso de mi negocio Microempresas de Colombia ha sido fundamental. Nos ayudó a poner la semilla y a irnos robusteciendo”, relata Jenny. “Hasta el momento he solicitado cuatro créditos con la cooperativa para un total desembolsado de 40 millones de pesos”.
Actualmente, y después de 13 años, Jenny espera su segundo hijo. La gratitud la acompaña consigo misma por haber cambiado de actividad económica. Haciendo un balance de su proceso, Jenny concluye: “Hay que trabajar duro, en silencio y dejar que el éxito haga el ruido”.