Testimonios

Howard Alfonso Rodríguez Padilla

Sólo se necesita una mano amiga

Howard Alfonso Rodríguez Padilla

Por una oferta laboral en el sector de transportes, Howard Alfonso Rodríguez Padilla, nacido en Cartagena, llega al municipio de Caucasia en el 2000. Allí trabaja como conductor raso hasta su retiro en 2010.

Howard recuerda que 16 años atrás, sólo vivía por un sueño, tener su propio negocio. Queriendo hacer realidad esos proyectos y buscando oportunidades, en 2008, por medio de un amigo, conoce a Microempresas de Colombia. “Yo necesitaba un crédito pequeñito y sinceramente no tenía historial crediticio ni nada, hablé con la jefe de la oficina y ella me recomendó ahorrar para poder hacer un préstamo de $500.000, que los invertí en pequeños negocios, y así comencé con este viaje”.

Ese primer crédito no era mucho, pero tenía algo con qué empezar para cumplir lo que tanto aspiraba: ser dueño de su propio vehículo de transporte. “Esa fue mi meta desde que comencé como conductor; luché, intenté, busqué y me encontré con Microempresas de Colombia, donde me asesoraron de la mejor manera para estar donde estoy y no depender de nadie”.

Su comportamiento para el pago del crédito fue tan bueno, que continúo sacando créditos cada vez más altos, invirtiéndolos en su negocio. “Ahora tengo un crédito altísimo de 77 millones, que gracias a Dios lo estoy pagando muy bien”. En total desde que es socio de la cooperativa, ha tenido siete créditos que suman un total de $120.500.000 pesos.

Casado, con un hijo de 9 años y esperando otro, Howard habla orgulloso de todo lo que ha logrado conseguir gracias a Dios y a la ayuda de la cooperativa. “Me siento realizado como ser humano y para mí ha sido un regalo conocer a Microempresas de Colombia. Antes, cuando no era asociado, era una persona normal y ahora no lo soy. El haber alcanzado mi meta y con el sudor de mi frente, me ha hecho reconocido en la zona y me miran con respeto y admiración”.

Desde que puede recordar, asegura que siempre ha tenido un espíritu pujante, esas ganas de superación y de salir adelante. “He sobresalido por eso, he sido afortunado por tener la oportunidad de cumplir mi sueño y por eso estoy muy agradecido con Microempresas de Colombia, para mí, son lo mejor”.

Entre risas, confiesa que aunque otras entidades bancarias lo busquen por su buen comportamiento crediticio, Howard los rechaza y sigue fiel a la única entidad que le abrió sus puertas. “Cuando yo no tenía historial crediticio nadie me quiso dar la oportunidad, sólo Microempresas. Hoy a sus 37 años y después de todo el proceso vivido, Howard concluye que “uno en la vida es lo que se propone y a pesar de las dificultades, basta con tener claras las metas en la vida y contar con una mano amiga”.